Parece ser que había una encina, donde siempre se posaba un cuervo, que sirvió de lugar para enterrar muchas monedas de Oro. Un "señor“ de los de antes, hablo de la Edad Media, fue llamado por su Señor Condestable a una marcha contra los infieles, y dejo enterrado todo su tesoro en dicha encina. Tras varios años de lucha y guerrear por España, volvió a su Hacienda, más el cuervo debió de fallecer ó cambiar de lugar, pues no aparecía por la zona, lo que provocó que dicho "señor" mandara arrancar encinas de sus posesiones, para así encontrar el Tesoro enterrado. Desde entonces, nunca se ha encontrado la Encina del Cuervo ni el tesoro bajo ella enterrado.
FIN.
Paola y Malú
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